Hace un par de semanas, el casero oficial de la casa, osea Albert, invitó a sus compis de curro a comer a Pacífico. ¿El menú? Evidente, su gran especialidad, una buena cazuela de arròs al forn. Y cuando digo buena me refiero a enorme, descomunal, grandísima... el arroz sobresalía por todas partes y parecía una magdalena!!! En cualquier caso comimos de maravilla, el arroz estaba buenísimo y Rafa y Esther se curraron un Tiramisú que dio el toque final a una comida muy divertida. ¿Después? Pues como toda sobremesa que se precie, unos buenos "carajas" para amenizar la tarde acompañados seguidamente por nuestro ya querido Playa Bávaro. También echamos la típica partidita al Party acompañada de las típicas frases: " que si Esther dibuja que se le da bien", "leer labios que lo haga Aroa" "habéis hecho trampa"... ¿Y los ganadores? Pues nosotras, las chicas, ¡claro!
