
El que nunca hace nada. Esta es una expresión muy utilizada para referirnos al personaje de turno, que si bien no odiamos si que nos provoca cierto amor-odio. Este personaje se dedica a “no hacer nada” como su propio nombre indica. Sus detractores lo acusan de estar sobrevalorado, sus defensores alaban de él su infinita calidad y alegan que tarde o temprano puede sobresalir.
Aun así, atesora en su interior un no se qué y un qué se yo…que hace que sea especial. Y de esta manera, llega el día en que decide sorprendernos a todos, callarnos la boca y “hacer algo”. Ya sea bajar la basura, como es el caso de la foto que acompaña a estas líneas. De este modo, “el que nunca hace nada” hace algo y pierde su mote hasta nuevo aviso.
--El Casero--
Nunca nadie lo definió mejor
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