Domingos pacíficos

Los Domingos en Pacífico son como días de resaca para toda la Comunidad Seco.
Como por arte de magia los dormitorios de este lindo y re-limpio piso se mantienen cerradas hasta que el hambre aprieta y el estómago ya pide carnaza.

Mientras tanto, un silencio sepultar invade el hogar, la Paz recorre todos los recovecos e incluso hay dormitorios muy cercanos a la cocina, que llegan a no abrirse en 2 días después de un Domingo...increíble?...ni siquiera el buen olorcito de las comidas que en él se elaboran consiguen que de esta cueva salga su lobo.

También es curioso observar como hay ciertos miembros de este piso que sí se arman de valor, y se enfrentan a la vida. Consiguen abrir los ojitos, sacar los calentitos pies del nórdico, y a tontas y a ciegas, introducirlos en las re-limpias zapatillas, y como un personaje histórico dijo en su día:
- Levántate y anda!
Y ahí va. Un aventurero y valeroso caballero, que logra romper la Paz Dominguera y se atreve a salir a la calle. Este tipo de espécimen es original y único, y le gusta dormir lo justo y suficiente. Lo bueno es que sabes que si algún día te apetece hacer algo honorable, y aprovechar tu último día de la semana, siempre está él para acompañarte en la aventura.

Pero no nos engañemos, lo normal de este lindo y re-limpio hogar, es que los Domingos sean días silenciosos, en los que sólo se permite dormitar y hacer el menor ruído posible. La vida en familia queda relegada hasta que el hambre aprieta y las piernas se han quedado como engarrotadas y es en este momento, cuando, bajo la preocupación de perderlas, hay algo, un impulso mágico, que te empuja y te hace moverte en este plácido y tranquilo domingo.

Pero pensemos... qué hay más gustoso en la vida que poder controlar la hora de enfrentarte a un nuevo día??, de despojarte del calorcito de las sábanas y ver tu cara en el espejo??. Nada?...cierto. Poseer el control del despertador y aumentar el tiempo de la alarma con cara malévola no está pagado...
- No!...media horita más....
Que gustazo, no? Al final ese mini-momento te hace la personita más felíz del mundo...tontear y tontear entre las sábanas es algo que nunca debe perderse.

Todo esto en días normales...y siempre que no hay 20 personas más durmiendo contigo...en ese caso, el hambre de los demás puede llegar a joder tu dulce tranquilidad dominguera...o no....

Ahora, creo que sí, que es el momento, a las 14:48...el hambre aprieta, y sé que ya tiene que haber un loco aventurero que hace tiempo que anda por ahí...
- Me Levanto y....no!!!, espera,....5 minutos más....ummm.

Me encantan los Domingos en Pacífico...